¿CUCHAREABLE?


En algún momento de mi vida - cuando fui estudiante universitario - solía comer todo con cuchara, probablemente por algún vestigio de mi ascendencia cavernícola, o simplemente por flojera de lavar dos cubiertos en lugar de uno; pasó entonces que un amigo nos invita a comer pasta a mi y a otra amiga y aunque todos sabemos que los fideos se comen con tenedor, la costumbre me tentaba a tomar la cuchara y actuar como el homo sapiens* que soy, fue entonces que mi compañera de mesa reclamaría que ella no tenía cuchara; fue entonces que algo en mi se relajó, y tomando mi cubierto predilecto pasé a disfrutar aún más de los manjares en mesa... Grande fue mi sorpresa cuando lo que esta chica quería era la cuchara para poder envolver mejor la pasta con el tenedor y de esta manera comer de una forma más educada, y yo al otro lado de la mesa comiendo cual camionero en su primera comida del día. ¿Será que una comida se disfrutará más de acuerdo a como la comamos? ¿Qué el uso de un determinado cubierto o incluso las manos, mejorarían la experiencia de saciar el apetito? Hoy queremos responder esta pregunta y de paso explicar un poco la moda de las comidas CUCHAREABLES


EL ORIGEN DE LOS CUBIERTOS:

Cuchara: Parece ser que desde el Paleolítico, el hombre ya estaba utilizando algún tipo de herramienta parecida a la cuchara para alimentarse, elaborada a partir de moluscos, huesos, madera o del material que facilitará su elaboración según la zona; pronto estas pasaron de diseños rústicos a elementos mejor tallados e incluso con decoraciones que posiblemente se usaban también en forma ceremonial, o para practicas como la medicina y alquimia.

Cuchillo: Es muy probable que lo cuchillos nos hayan acompañado en el comer, mucho antes que la misma cuchara, pero si hablamos de su uso ya en la mesa, encontraremos que su empleo fue mucho más moderno; algunos atribuyen al Cardenal Richelieu como gran impulsor, al mandar a sacar lo dientes de los cuchillos para su uso en la mesa; por otro lado, personajes como Carlos III de España ayudaron a diferenciar a este como cubierto, antes que como un arma blanca al prohibir su uso en la vía pública, reservando su lugar a las mesas de alimentos.

Tenedor: El último en ingresar a este exclusivo grupo, fue Teodora hija del emperador Bizancio, la que lo introdujo en la Venecia del siglo XI, más este probablemente al poseer este dos dientes, tenía una forma diabólica que "ofendía a Dios", por lo que su uso desapareció por siglos en Europa, hasta que Catalina de Médici los volvería a traer a la moda, durante su boda con Enrique II de Francia, allá por los años 1533. Cabe mencionar que muchos atribuyen el tercer diente del tenedor al mismísimo Leonardo Da Vinci**, quien también impulsaría el consumo de pasta y justamente este tercer diente facilitaría mucho su consumo sobre las demás herramientas, que en ese entonces acompañaban nuestras mesas.

Cucharas de Hueso. Fuente: Historia y Arqueología


COMER CON LAS MANOS:

Será un placer culposo o en algunos casos una necesidad imperiosa; el comer con las manos no suele ser visto bien, bajo ninguna circunstancia, más hay platos que son prácticamente imposibles "comer bien" sin la ayuda de las manos, la langosta, los camarones, cangrejos y otros frutos del mar, son los que nos dan cierta licencia de olvidarnos de los cubiertos, aunque claro, uno si podría - con cierta pericia - lograr separar las cáscaras de estos manjares y comerlas sin ensuciar ninguno de nuestros apéndices, pero el desperdicio de alimentos sería grande y probablemente nos perdamos de la increíble sensación de exprimir el último sorbo de jugo que tienen estos alimentos, en la parte más externa de su anatomía, que fue justo la que tuvo contacto con los demás ingredientes de la preparación y que no siempre son capturado con la misma intensidad por la pulpa, que es la que finalmente debería ser de la que nos alimentemos. 

La Vanguardia


CUCHARA VS COMER CON LAS MANOS

Uno de los platos más consumidos en el Perú es el Pollo a la Brasa***, aquel platillo que en sus inicios hacía que sin importar tu status o clase social, disfrutases y te regodearas de comer con las manos, hasta chuparte los dedos, con el tiempo esa costumbre puede haberse dejado un poco de lado, pero aún hay muchas personas, sobre todo mayores, que te dirán "no sabes comer" mientras te roban la alita que rezagaste a la orilla del plato.



Por otro lado, si hablamos de uno de los platos más importante de nuestra gastronomía, el CEVICHE, por la forma del platillo, lo lógico sería que requiriéramos de un tenedor para su consumo, más la leche de tigre - ese delicioso néctar formado por la esencia del pescado, la maceración de cebollas, condimentos y la acidez del zumo de limón - podría quedar relegado al final del plato; que si estuviéramos en casa, posiblemente llevaríamos este hasta nuestra boca para regocijarnos con lo mejor dicho manjar, pero en público, probablemente verías con los ojos brillosos como se lleva el mesero tu plato aún sin terminar... Claro que este momento la cuchara debería venir al rescate, ya que no habría otra forma - menos elegante - de disfrutar hasta la última gota, de uno de los platos que ha puesto en alto la gastronomía peruana.

CENTENIALS & LOS CUCHAREABLES

Para nadie es secreto que las nuevas generaciones, son más cercanas a la tecnología y a la inmediatez, la paciencia es una virtud en peligro de extinción, y un plato que nos obligue a invertir un tiempo adicional en su consumo, puede que no sea la mejor elección para satisfacer el hambre de un centenial, al que probablemente su mamá le siguió cortando la carne hasta bien entrada la adolescencia. Es así como el término CUCHARABLE a calado tanto en nuestra cultura popular, primero afectando a los "viejenial"  que saben que lo más rico de un plato es sacarle el impuesto, chupándose hasta los huesos; mientras que a la generación Z, le encanta la idea de tener más tiempo para sus cosas, comiendo sin comprometer sus apéndices más preciados, alejando la pesadilla de que su móvil no reconociera su huella digital, por la humedad aportada por la amalgama de jugos y saliva, que termine deformando la epidermis dactilar, alejando por segundos la luz azul de las pantallas de su rostro, robándoles la oportunidad de haber sido el primero en darle un like a la ultima publicación de su influencer favorito.

Fuente: Erika Corrales


Admitámoslo, la idea del CUCHAREABLE se ha quedado en la mente de los consumidores y si es para bien o para mal, probablemente algunos simplemente renieguen por no haber sido los impulsores de algo tan simple; al final la moda durará lo que esta generación quiera que dure, y conociendo desde ya los antecedentes de nuestros nenes de cristal y la inmediatez con que ellos viven, probablemente sea una moda tan breve que la próxima vez que leas este artículo, no sepas si quiera a los que alguna vez, llamamos los peruanos CUCHAREABLE. Sigan comiendo y bebiendo bien y ¡SALUD-OS!



(*) Lo correcto es decir homo sapiens sapiens, pero quise dejarlo así para mejorar el dramatismo.

(**) A Leonardo Da Vinci también se le atribuye la invención de la servilleta e incluso de redactar las normas de los buenos modales en la mesa

(***) No, no es el ceviche, que algunos incluso lo limitan a un platillo de verano.


REFERENCIAS: 


HISTORIA DE LA CUCHARA

HISTORIA DE LOS CUBIERTOS

LEONARDO DA VINCI: PRECURSOR DE LA NUEVA GASTRONOMÍA


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